Muy buenas, sectarios,
Hoy vengo a hablar de algo que tenía pendiente desde hace mucho tiempo: dar noticia de la conclusión de Más allá de las Montañas de la Locura en el Club Dragom. Por fin, tras un buen número de sesiones (unas quince o veinte; en esta ocasión no he llevado la cuenta exacta), hemos llegado al final de esta mítica campañaca para La Llamada de Cthulhu, que jugamos con 7ª Edición y la dirección magistral de Jorge Carrero. ¡Todo lo bueno se acaba! Menos mal que hemos empalmado directamente con el testeo de Relatos asombrosos, años 30, que si no, nos hubiese podido el mono de rol del güeno.
Las últimas sesiones fueron de lo más épico, en mi opinión las mejores de toda la campaña, y las solventamos con una sola baja (DEP, Valeria Klein, siempre nos acordaremos de tu «cortante» final 😁). En general, Más allá de las Montañas de la Locura me ha parecido una buena campaña, aunque no del nivel de otras como La semilla de Azathoth (mi favorita de todos los tiempos) o Las Máscaras de Nyarlathotep. Al margen de la experiencia en mesa y de la estupenda sinergia que hemos tenido en el grupo de juego, la campaña en sí misma peca de encarrilamiento, sobre todo en la primera mitad, en donde uno tiene la sensación de que poco de lo que haga tiene la capacidad de modificar sustancialmente los acontecimientos. Nosotros, por supuesto, le hemos dado vidilla a la historia más allá del railroad como se suele hacer en estos casos, es decir, gracias al buen hacer del Guardián y a potenciar las tramas que se derivan de los propios PJ, pero sin duda que todo ese encarrilamiento es el «punto negro» de la campaña. Por lo demás, jugar Más allá de las Montañas de la Locura ha sido una experiencia muy grata. Era una de las dos únicas grandes campañas de La Llamada de Cthulhu que me quedaba por jugar o dirigir (la otra es Horror en el Orient Express). El resto las he disfrutado todas, aunque no incluyo aquí campañas de otros juegos, como Pulp Cthulhu o El rastro de Cthulhu, en cuyo caso tendría algunas más pendientes (para empezar, La serpiente de dos cabezas y Mentiras eternas).
Os dejo las últimas tomas del diario de campaña de mi PJ, Richard Arnold «Dick Peak» (final de diario que a buen entendedor...), y, para terminar, una foto en blanco y negro de la mesa como colofón de la campaña y de toda esta serie de entradas dedicadas a Más allá de las Montañas de la Locura. ¡Ha sido un placer!
¡Nos leemos!
PD: Aprovecho para dar las gracias a mis compañeros de mesa por los buenos ratos que me han hecho pasar, Ismael, Edu, Neli y «Furu», y muy especialmente al Guardián (además de gran amigo y señor director de Walhalla Ediciones), Jorge Carrero, que se lo curró mucho y preparó materiales adicionales. ¡Sois la leche!
No hay comentarios:
Publicar un comentario