martes, 15 de enero de 2019

Semilla de aventura ganadora del segundo premio en nuestro concursazo!

Hola de nuevo, amig@s tapaderiles.

Hoy vengo con la segunda semilla ganadora del concurso de semillas de aventura que realizamos el pasado mes de diciembre y con la que Pablo Ortega, alias "Vulzen", se llevó el flamante juego de La Puerta de Ishtar gracias a los amigos de la editorial Other Selves; se trata de Tres occitanos, una tumba y un grial, una semilla de aventura para Ablaneda.

Con ella os dejo ¡espero que la disfrutéis!


TRES OCCITANOS, UNA TUMBA Y UN GRIAL

Un noble, Sir Pierre de Moncaut, acaba de llegar con su juglar LeGoux y un clérigo llamado Godefroi a Castro de la Reina a través de la Carretera Real. Los tres hablan sin problemas la lengua de Ablaneda y afirman venir de tierras francas, donde sir Pierre tiene un castillo entre Tolosa y Burdeos. Cruzaron los Pirineos buscando Santiago, pero se han perdido, así que se han instalado en la posada del Venancio y han hecho correr la voz de que recompensarán gratamente a aquellos que los acompañen en su empresa.
Mientras aparece alguien que los ayude, sir Pierre invita a los nobles a beber vinos occitanos y da limosna a los pobres. La posada del Venancio tiene más vida que nunca, pues el juglar LeGoux se pasa el día contando increíbles historias y leyendas acerca de un misterioso y santo Grial, el auténtico cáliz de Cristo.
Por otra parte, el goliardo, aunque opina que adorar reliquias y santos no es de buen cristiano, quiere ir a Santiago promulgando el evangelio. No se lo ha dicho a nadie, pero se ve capaz de demostrar que la tumba del apóstol es falsa. Este predicador se hace llamar a sí mismo “el barbas Godefroi”, dice ser un “pobre de Lyon” y sus palabras están calando mucho entre la multitud. Ha comenzado a promulgar sus doctrinas valdenses en la plaza del Fresno dando misas. ¡Y no las da en latín! Para más inri, rechaza los sacramentos, acudir a la iglesia y venerar a María. ¡Incluso afirma que las mujeres pueden predicar!
La iglesia de Ablaneda no ha tardado en saber de la existencia de estos extranjeros y de su visión herética del cristianismo. El abad de la orden de San Apapurcio mártir, el padre Abelardo, considera que este noble y sus acólitos son herejes que merecen la excomunión y la hoguera, pero tal es su popularidad que enemistarse con ellos o quitarlos de en medio supondría un escándalo que podría dar lugar a revueltas.
Ante esto, el padre Abelardo ha optado por decirles a los francos dónde está la tumba de ser Perceval, que es donde supuestamente está ese grial, y le ha dado a sir Pierre de Moncaut un precario mapa del condado con indicaciones. El noble ha pedido ayuda a la Ronda, pues no conoce Ablaneda y no sabe cómo llegar a la tumba de ser Perceval ni qué diantres son esos ojancos que la merodean. Viendo su pico de oro, su carisma y la buena donación que este noble va a hacer a la Ronda, el comandante está más que dispuesto a enviarle un grupo de ronderos. Sin embargo, por otra parte ha llegado a la Ronda de Yerbosera una carta sellada de la Iglesia en la que se acusa a los forasteros de herejía y se exige a la Ronda que lleve a los francos fuera de Ablaneda, ya sea a Santiago o a la tumba.
- Mi sargento, ¿qué haremos? Sir Pierre dice que si le ayudamos nos lleva a Francia y nos ofrece de por vida una gleba digna, un hogar con un jergón de paja sin chinches, un barril de vino añejo semanal y un potaje con pato por Navidad. Son palabras convincentes y hermosas, mucho mejores que la vida en la Ronda, pero la Iglesia es la Iglesia...
- Ya veremos, Jacinto, ya veremos.
- Dice mi Paqui que podríamos comerciar con el vino de aquellas tierras y sacar buenas monedas. Tienen buenas vides y buenas uvas allá arriba. Incluso mezclando ese vino con agua se le sacaría renta por doquiera que lo vendamos. Eso sí, tendríamos que aprender a parlotear ese idioma suyo, y además, es muy arriesgado. ¡No quiero que nos excomulguen por desobedecer al abad, ni que nos cuelguen por deserción!
- Tú céntrate en lo tuyo, no pienses mucho, y a lo que te manden.
- No lo termino de entender, mi sargento. ¿Quiere el padre Abelardo que los llevemos a la tumba de ser Perceval o a la tumba, tumba? Puede referirse a ambas cosas, ¿me explico? Eso sí, puestos a explicar, a mí que vuesa merced me explique por qué los quiere el padre fuera de Ablaneda, con lo majos y gentiles que son. Supongo que siempre podemos quedar bien con las dos partes y llevarlos a la tumba del Apóstol en vez de a la del Perceval de marras ese. Pero, ¿dónde puñetas queda Santiago?
- Cállate, Jacinto, que me tienes harto ya, copón bendito.
¿Qué harán los ronderos? ¿Cumplirán con su deber? ¿Se pondrán de parte de los occitanos o de la Iglesia? ¿Lograrán salir de Ablaneda y llegar a Santiago? ¿Qué hará el barbas en ese caso? ¿Encontrarán el santo Grial?



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