domingo, 7 de abril de 2019

High Space. Testeando "El precio de la libertad"

Muy buenas, ciudadanos del Pandominio,

High Space ha sido la ambientación protagonista en nuestra última sesión del viernes tarde. La aventura que jugamos fue El precio de la libertad, módulo con el que participa el Grupo Creativo Walhalla y que estará presente en el cuadernillo físico de aventuras que acompañará al manual de High Space, ambientación que nos traerá la editorial Rolecat a la lengua de Cervantes.

A ver, os cuento: Cultos Innombrables venía siendo la campaña habitual de nuestras Friday Sessions. Sin embargo, en esta ocasión nuestro director de juego, Antonio Lozano, debía ausentarse. Este tío lo mismo dirige rol, que da un concierto de rock o, como en esta ocasión, protagoniza una obra de teatro; un auténtico hombre del Renacimiento, vamos. Nuestra compañera Patri también se vio obligada a perderse la sesión por causas de fuerza mayor. Por todo ello decidí llevar por fin High Space a la Tapadera, y es que tenía unas ganas... Fueron tres los jugadores que se atrevieron a adentrarse en el Pandominio, un número idóneo para jugar una partida de rol.

El precio de la libertad comienza con los personajes recluidos en el CIP (Centro de Internamiento Preventivo) de Neo York (Gloombridge). Los jugadores interpretaron a un redban, una fahe-na y una humana que, debido a sus conductas contrarias a los designios del Pandominio, habían sido internados en este centro de reeducación. Y poco más desgranaré sobre la trama. Señalar que mis sensaciones durante el desarrollo de la aventura fueron muy buenas y se vivieron escenas intensas y trepidantes. Los jugadores se sumergieron de lleno en la ambientación y sus interpretaciones, como de costumbre, fueron soberbias. A nivel de reglas la aventura funcionó a la perfección. Mención especial al sistema de combate de naves espaciales, ¡qué bueno que es!

Adapté la aventura para que pudiese concluirse en una sola sesión, y así fue. Sin embargo, todos coincidimos en que esto pide a gritos una continuación. Se trata de un módulo que como one-shot funciona perfectamente; no obstante, nuestra sensación fue más bien que estamos ante una aventura idónea para introducir una campaña. De hecho, la idea inicial del Grupo Creativo Walhalla fue crear tres aventuras interrelacionadas que pudiesen funcionar de forma independiente pero que a su vez existiera una conexión argumental que permitiese enlazarlas sin ningún problema. Dado que en el mecenazgo no se desbloquearon ni la segunda ni la tercera aventura todo esto quedó un poco en el aire. Espero que, antes o después, terminen viendo la luz y podamos disfrutar de esta minicampaña de High Space.

Quiero agradecer especialmente a Gonzalo Durán su inestimable ayuda en el proceso de creación de El precio de la libertad. Sus consejos y apreciaciones han sido claves. Además (esto se puede contar ¿no, Gonzalo?), el máster salvajuno por excelencia me sorprendió de una manera muy especial cuando me envió ciertos planos y mapas que acompañarán al módulo y que pueden verse en algunas de las fotos. ¡El plano del CIP es magnífico!

Para finalizar aquí os dejo las estupendas fotos que hizo Jesús durante la partida. ¡Gracias, cuñao!

Planos, mapas, ayudas de juego... Tuneé la ficha oficial para introducir una imagen de los PJ eliminando la sección de "Avances"; era un one-shot, por lo que esta parte de la ficha no me haría falta.
Aquí un redban con cierta cara de preocupación
Y aquí una fahe-na en su salsa

Me quito el sombrero ante el sistema de combate de naves espaciales de High Space

Ficha casera para la nave de los PJ. Ojo, que las oficiales están muy requetebién y las podéis descargar desde Nebularol de forma totalmente gratuita. Yo soy así de terco y me hice la mía propia.
A veces los PJ te piden unas cosas... Atentos a la cara del redban (Rodri).
Aquí todo el despliegue de medios (incluidos donuts de chocolote)
Se echó de menos a varios miembros de La Tapadera; no estamos acostumbrados a ser tan poquitos. Aunque también debo decir que una partida con tres jugadores es una perita en dulce.
Este es Phil, un crack en todos los sentidos.Y en primer plano su vaso, que contiene un dedo del delicioso "elixir" que nos trae cada sesión. Todo ser viviente debería tener la oportunidad de probarlo al menos una vez en la vida.
Disfruté como un enano dirigiendo High Space, una ambientación en la que pienso seguir profundizando y, por supuesto, dirigiendo
¡Hasta la próxima, ciudadanos del Pandominio!

2 comentarios:

  1. JAJAJA qué exagerado! Quien mucho abarca poco aprieta... Pero muchas gracias por tus bellas palabras!!! :D Muy buena entrada: seguro que fue una partidaca!!! Estoy deseando jugar a High Space!!! ;)

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    1. Ten por seguro que volveremos a jugar a High Space. Gracias por tu comentario, crack.

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