miércoles, 9 de febrero de 2022

La ira de los cándidos, el one-shot... PERFECTO

Muy buenas, criaturas del rol,

Hoy vengo para hablaros de algo MUY GORDO. Algo tan sumamente gordo para este que suscribe como que el pasado viernes jugué tal vez el mejor one-shot de mi provecta vida rolera (32 años de roleo y contando...). No exagero ni un ápice: el viernes 4 de febrero disfruté de una partida absolutamente sublime en La Tapadera, un one-shot auténtico, de esos que se pueden ventilar en unas tres o cuatro horas sin tener que ir a toda pastilla; un one-shot, además, técnicamente perfecto: una historia que para mí constituye un prodigio del arte rolero, que condensa lo mejor de nuestra peculiar forma de ocio y combina magistralmente recursos, géneros y registros hasta alcanzar la excelencia total.

¿Que de qué estoy hablando? Pues de La ira de los cándidos, la última y genial creación de Eduardo Rodríguez Herrera, autor también de Días aciagos y Go to Hell, entre otras muchas historias; para mí, sin discusión, uno de los mejores autores roleros del país. Nadie escribe con la crueldad y el horror y, al mismo tiempo, con la ternura y la sensibilidad de este buen amigo mío. La ira de los cándidos es quizás su más logrado exponente y ejemplo de todo eso que digo. ¡Menudo aventurón!

La ira de los cándidos es un escenario para cuatro jugadores más DJ diseñado para ser jugado con reglamento Ysystem. Es una aventura de la que no se puede decir ni mú salvo la premisa, vamos, nada más allá de lo que se introduce en los tres primeros minutos de partida, porque el resto sería una terrible sucesión de spoilers. Los jugadores interpretan a cuatro hermanos de 12, 10, 9 y 7 años (Isabel, Feliciano, Justina y Rafael, respectivamente). Estamos en España, en el año 1937. Los niños viven en el fondo de un valle de montaña que se llama «el Valle», en una casona de piedra de dos plantas rodeada de prados y bosques. El único adulto que convive con los pequeños es su tía Remedios, la hermana de su madre, una mujer adusta y algo triste. La madre de los críos es una artista que se marchó a París y aún no ha vuelto, mientras que el padre falleció hace mucho tiempo. La tía Remedios ha montado un aula en la planta superior de la casona donde se esfuerza por dar clase a los niños, aunque una vez a la semana pasa por allí el bueno del doctor Manrique, el cual imparte lecciones algo más divertidas. Y lejos, en la parte baja del valle, queda ya «el Pueblo», del que los niños apenas tienen recuerdo.

Y hasta aquí puedo leer.

¿El resto? Pues lo que ya os he dicho: el one-shot de mi vida (o, cuanto menos, uno del top-tres). También es verdad que los que estábamos en la mesa nos encontramos bastante inspirados. Yo interpretaba a Isabel, la niña mayor, y de verdad que durante la sesión sentí a Feliciano (Antonio Lozano) como el sensato hermano segundón en el que apoyarme, y a Justina (Patricia Gómez) como la perfecta némesis inquieta y rabillo de lagartija de la adulta que yo me esforzaba en aparentar ser. Rafael (Jesús Duréndez) lo bordó también con su hermano pequeño temerario e ingenuo, y todos juntos afrontamos, creo que de la mejor manera posible, una trama que no vamos a olvidar nunca. Todavía ando dándole vueltas a las imágenes de la partida. ¡Qué poso más formidable!

En fin, La ira de los cándidos será publicada algún día por Walhalla Ediciones, casi con total seguridad antes de que llegue el verano. ¡Todo el mundo tiene que poder acceder a esta maravillosa aventura! Para empezar, a ver si un día me la llevo al Club Dragom.

A continuación, como de costumbre, os dejo las fotos de rigor.

¡Nos leemos!

De izquierda a derecha: servidor (Isabel, 12), Antonio (Feliciano, 10), Jesús (Rafael, 7), D. Eduardo Rodríguez Herrera y Patri (Justina, 9).
 
Mi ficha (Isabel, 12) en los primeros compases de la partida
 
Patri y sus siempre admirables apuntes de partida

¿Qué se esconde en la cabeza de este tío? ¿Algún día lo sabremos? ¿Será verdad eso de que cuanto más tratas a alguien, más desconoces a esa persona?

Jesús haciendo foticos y Antonio con su cuadernete de Roleón

Ficha de Antonio (Feliciano, 10) y ojito que también se ve una ayuda de juego

¡Buah, momentazo increíble de la partida leyendo la ayuda de juego definitiva!

Ficha de Jesús (Rafael, 7)

He de decir que el roleo estuvo inspiradísimo, y creo que jugar en una mesa pequeña nos ayudó bastante

2 comentarios:

  1. Me hace gracia ver tan ilusionado a alguien con tanta experiencia!! Me alegro muchísimo de saber que los demás vamos a poder disfrutar de la partida también...
    Interpretar a niños me resulta muy complicado, porque no ven las cosas como los adultos y resulta demasiado fácil caer en la parodia...

    Ganazas de poder echarle un ojo (y ya puestos de jugar Go to Hell, que no me la leo con la esperanza de jugarla!!).

    Un abrazote

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    1. Es que no veas, es una aventura impresionante. Sigo recordando sus escenas, dejan una gran impronta en la mollera.
      Lo de rolear niños es verdad, no es lo más fácil del mundo, pero resulta más sencillo si te das cuenta de que los niños lo hacen todo con una seriedad insuperable.
      Gracias por comentar!

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