Muy buenas, roleros y roleras de pro,
Llevábamos con el blog casi un mes parado y ya iba siendo hora de darle algo de contenido, por más que la actual coyuntura no sea nada propicia para hacerlo. En principio se podría pensar justo lo contrario, es decir, que estos tiempos de confinamiento forzoso resultan idóneos para escribir aventuras, ayudas de juego o reseñas que colgar luego en el blog, o incluso jugar partidas (online) con más asiduidad que antes. En nuestro caso es más bien al revés. Por un lado, porque a muchos de los integrantes de La Tapadera el teletrabajo nos obliga a realizar larguísimas jornadas laborales tras las que nos quedan pocas ganas para sentarnos a escribir nada; por otro, porque no somos mucho de partidas online, si bien unos cuantos se han organizado para jugar tres sesiones que según parece han resultado muy satisfactorias y de las que en breve mi compañero Antonio Lozano hará su crónica pertinente. Además de eso, Antonio acaba de publicar (anteayer) un sistema ligero y efectivo para jugar online, el sistema N.E.U.S. Os recomiendo echarle un buen vistazo.
La cuestión es que en marzo salieron solo cinco entradas, cuando lo normal es que sean de 12 a 20, y en abril hasta anteayer aún no nos habíamos estrenado. Entre eso y que llevo bastantes días dándole vueltas al tema de cómo puede afectar la crisis del coronavirus al mundo de rol, pues por fin me he decidido a publicar algo. Lamento el silencio de casi un mes que ha registrado The Tapadera Vineyard, y además no puedo garantizar que no vaya a volver a ocurrir. Sé que algunos compañeros se pasarán por aquí para publicar cosas jugosas, pero yo ahora mismo no tengo muchas ganas ni mucho tiempo, y de aquí a septiembre no creo que la cosa vaya a cambiar demasiado.
Pero vayamos al grano de una vez, que tampoco tengo tantísimo que decir y al final me va a quedar más larga la intro que el artículo de opinión en sí mismo 😅 Si os parece, dividiré la entrada en tres categorías a partir de los diferentes actores de nuestro mundillo que se van a ver más o menos afectados por la crisis del coronavirus: tiendas de rol, editoriales de rol y comunidad rolera (entendida aquí como el conjunto de aficionados al rol). Espero que os resulte de interés y, por favor, recordad que todo lo que escribo aquí es sencillamente la opinión de un aficionado más. Ni quiero, ni puedo, ni pretendo ejercer de Nostradamus rolero; solo dar mi punto de vista -probablemente equivocado e inevitablemente sesgado y lleno de prejuicios- acerca de lo que va a pasar en el futuro. También me gustaría saber vuestra opinión, así que si me dejáis algún comentario al final de la entrada os estaré muy agradecido.
El coronavirus y las tiendas de rol
Las tiendas de rol (todas, pero especialmente las físicas) son uno de los actores del mundillo rolero que más va a sufrir el impacto del confinamiento forzoso de la población y la paralización de buena parte de la actividad económica. No más que otros establecimientos comerciales que ahora están cerrados, tal vez, pero sí cuanto menos en la misma medida. Es muy posible que algunas de esas tiendas que vivían un poco al límite, siempre en el filo de la viabilidad económica, no vuelvan a abrir sus puertas. En mi opinión, resistirán mejor las tiendas online o mixtas online-físico bien posicionadas (caso de Tesoros de la Marca, Zacatrus o Dracotienda), las que mejor hayan sabido mimar a su clientela en todos estos años y sean capaces de despertar la solidaridad de sus compradores habituales (de nuevo, caso de Tesoros de la Marca o Dracotienda, pero también de gente como Roleón, Generación X, Atlántica Juegos, Juegos de mesa y dados...), las tiendas físicas de mayor tamaño (por aquello de que siempre pueden recortar más gastos y adaptar sus plantillas mediantes ERTEs y reajustes encubiertos) y sobre todo aquellas en las que el rol no constituye la parte principal de sus ventas. ¿Por qué digo esto último? Pues porque, como desarrollo con más extensión en el siguiente apartado, pienso que la bajada en las ventas de los juegos de rol no afecta de igual forma a los juegos de tablero (ni a los cómics), al contrario, y las tiendas que venden este tipo de productos pueden compensar un poco la reducción de ingresos relativa a la venta de títulos roleros.
Con todo, lo más preocupante es el medio-largo plazo. Si como consecuencia del coronavirus deviene una gran crisis económica y el aumento del paro se consolida en lugar de quedarse en algo coyuntural, las tiendas de rol las van a pasar canutas. No venden artículos de extrema necesidad que digamos, y en algunos casos lo que venden son simples caprichos (estoy pensando en el auge de las ediciones coleccionistas). Cuando la economía aprieta, lo primero en lo que ahorramos es en cosas así, máxime cuando cada uno de nosotros tiene material rolero para tres o cuatro vidas. Estoy personalmente al tanto de las dificultades que está teniendo alguna tienda amiga en estos momentos, y en verdad os digo que, si queréis apoyar a las tiendas y garantizar su supervivencia, es el momento de hacerles alguna compra (siempre y cuando os lo podáis permitir, evidentemente). Porque lo están pasando mal... mucho peor de lo que os podáis imaginar.
En general, las tiendas físicas suelen ser el eslabón más débil de la cadena. De cualquier cadena. Llevan mucho tiempo siéndolo, en concreto desde el auge imparable del comercio electrónico (léase Amazon), la apertura de tiendas virtuales por parte de las editoriales de rol y el boom inacabable de los crowdfundings... pero de alguna forma resisten. Espero que lo sigan haciendo, aunque la tendencia es a la baja, y parece que cada año se producen más cierres que nuevas aperturas. Como rolero pureta que soy (y ya en mi quinta década de vida), me introduje en esto en buena medida gracias a las tiendas, y sigo siendo un firme defensor de la idea de que las tiendas juegan un papel fundamental en el conocimiento, la normalización y la expansión de nuestra afición. Ya sé que no son ONG ni que deben ser tratadas como tales, pero es cuestión de interés mutuo. Si queremos que todo siga yendo para arriba, como lo ha estado haciendo en los últimos siete años, tenemos que apoyar a las tiendas, en especial a las buenas tiendas.
El coronavirus y las editoriales de rol
Aquí el panorama es complejo e interesante, por no decir inquietante. Creo que la crisis del coronavirus no va a afectar por igual a todas las editoriales que publican rol, ni mucho menos, pero para que se entienda bien mi punto de vista debo realizar una aclaración previa acerca de lo que voy a significar como "profesionalidad en el mundo editorial", porque el concepto es importante en este caso. Por "profesionalidad", y que quede bien clara mi postura, no aludo en este artículo a la capacidad de editar libros con primor (es decir: sin erratas, bien traducidos, con buena calidad física y digital, etc.), lo que en otro ámbito constituiría un significado perfectamente válido y la mar de oportuno. No es eso; con lo que relaciono aquí el término "profesionalidad" es con el hecho de que los dueños, CEOs, socios o los que sean que dirigen y trabajan en la editorial, se dediquen en exclusiva a la misma y vivan de sus ingresos. En otras palabras: que la editorial no sea una empresa voluntariosa que se mantenga independientemente de los beneficios que pueda generar, por más que los genere de vez en cuando y hasta permita a ese editor -que en realidad tiene otro trabajo- comprarse algún capricho o elevar ligeramente su nivel de vida. En este único y estricto sentido, editoriales como HT Publishers o The Hills Press, por poner dos ejemplos, no las voy a conceptuar como "profesionales", por más que las admire profundamente o realicen unas excelentes ediciones de libros de rol (que ambas cosas son ciertas). No es lo que me interesa ahora. ¿Por qué? Pues porque ese reduccionista concepto de "profesionalidad" asociado a la idea de "vivir exclusivamente de ello" tiene importancia a la hora de distinguir las editoriales que mejor van a capear el temporal de las que no. Solo por eso lo voy a usar.
Siguiendo con el razonamiento anterior, me parece evidente que las editoriales en verdad "profesionales", caso de Nosolorol, Edge o Devir, son las que a priori tienen más papeletas para recordar con amargura la crisis del coronavirus. Se trata de estructuras grandes que tienen empleados con nómina a tiempo completo (en algunos casos, un buen puñado de personas), que pagan impuestos con regularidad, que poseen unos elevados costes fijos (alquiler de espacios, seguridad, suministros, asesoría y otros servicios externos, etc.) y que, en suma, viven de esto. El bajón de ingresos puede resultar letal para ellas, y cuanto menos les obligará a reducir plantilla... si es que no lo han hecho ya con la oleada de ERTEs que se ha registrado en las últimas fechas. En particular me preocupa la situación de Nosolorol, pues al contrario de lo que indica su nombre, sus ingresos se deben casi exclusivamente a la venta de manuales y suplementos de rol. Además, la editorial madrileña ha hecho un llamamiento algo desesperado para recabar el apoyo de sus clientes en estos tiempos duros, algo que incita a la reflexión. Yo he recibido ese mensaje por correo electrónico, como me imagino que al igual que todos los que estáis leyendo esta entrada si alguna vez habéis comprado algo en la web de Nosolorol, y da que pensar. El mensaje de marras está en la propia web perfectamente activo, por cierto:
¿Es positivo o negativo publicar algo así? ¿Es una peligrosa muestra de debilidad que puede alimentar y enaltecer a los muchos haters que tiene la editorial o una demostración de seguridad, sinceridad y confianza en sus clientes? Yo me decanto más por esto último, para ser sinceros. Espero que el llamamiento surta efecto, porque la verdad es que no le deseo ningún mal a Nosolorol (por más que lleve un buen tiempo alejado de sus productos... excepción hecha de la línea de Aquelarre). Al fin y al cabo, haters y gentes que se alegran del mal ajeno tienen todas las grandes editoriales (qué vamos a decir de Devir o Edge), incluso en casos tan dramáticos como este, en donde está en juego la nómina del exiguo número de personas capaces de vivir del rol en nuestro país.
Respecto a estas dos últimas grandes editoriales que he mencionado, Devir y Edge, creo que van a superar la crisis mucho mejor. La razón es sencilla: además de rol venden juegos de tablero, un tipo de productos que, sin llegar a los niveles del papel higiénico, los preservativos o las anchoas, se he revalorizado debido al confinamiento. Hasta alguien como yo, un tipo a quien en general los juegos de tablero le aburren soberanamente (siempre estoy pensando que ese tiempo lo podría estar dedicando a jugar al rol 😩), se ha dado cuenta ahora de lo aconsejable que es tener un buen surtido de productos de ese género para jugar con la pareja o con la familia. En mi casa nos estamos apañando con lo que tenemos, que es poca cosa pero escogida -Ciudadelas, Inkognito, Catán, Piratissimo, Fábulas-, pero es obvio que se nos queda corto. Y si no se queda más corto es porque también he logrado que juguemos al rol (llevamos cinco estupendas sesiones de La Llamada de Cthulhu 7ª) y porque acabamos de hacernos con Los inseparables y La furia de Drácula. Estoy seguro de que en el futuro compraremos algún juego de tablero más. La experiencia nos ha enseñado que está bien tenerlos; al final se usan.
En resumen, ¿qué quiero decir con esto? Que si en general los juegos de tablero son puro mainstream, en situaciones de confinamiento lo son particularmente (no así el rol, a no ser que juegues online con los mismos de siempre), y creo que las editoriales que venden este tipo de juegos además de los de rol pueden ver incluso incrementados sus ingresos en el corto plazo. Quizás alguno de vosotros piense que se trata de una afirmación demasiado osada, pero soy de la opinión de que para Edge o para Devir, que facturan muchísimo más con los juegos de tablero que con los de rol, la crisis del coronavirus no se va a traducir en una dramática bajada de ventas. Me encantaría corroborar (o desechar) esta hipótesis, por cierto, así que si alguien tiene datos u otro punto de vista al respecto, que lo escriba en los comentarios.
En contraposición a las "grandes", las editoriales medianas y pequeñas pueden adaptarse mucho mejor a las nuevas circunstancias. Pueden, para empezar, hibernar tranquilamente y esperar a tiempos mejores para editar nuevos títulos, o pueden sacar partido de los lazos de cercanía, simpatía y solidaridad que han creado con sus clientes debido a su activa y personalizada manera de interactuar en las redes sociales, pero también (por qué no decirlo), a la mayor pasión que le ponen. La gente de Holocubierta, HT Publishers, La Marca del Este, Yipikayei, Rolecat, Ediciones T&T, The Hills Press o No Ctrl-Z Games, por soltar una bonita y heterogénea ristra de nombres, no deberían preocuparse demasiado... por el momento. Su salud depende de la salud de la comunidad rolera, en especial la que se mueve por las redes, y esa, como comento en el apartado que viene a continuación, no creo que se vea afectada lo más mínimo. Podría suceder incluso que alguna de las editoriales que he mencionado fuese capaz de aprovechar el relativo hueco que deje alguna de las grandes. Cosas veredes, amigo Sancho.
No obstante, y como ya he señalado para el caso de las tiendas, una Gran Recesión postcoronavirus sería negativa para todas las editoriales, sin excepción. Vuelvo a lo mismo: la gente que de repente no pueda llegar a fin de mes no se va a poner a ahorrar en pan, leche o huevos, pero sí en ese enésimo juego de rol que se lanza y que se parece muchísimo a cinco o seis manuales que tenemos en la estantería sin leer...
El coronavirus y la comunidad rolera
He aquí la tercera pata de nuestro mundillo y la que, en mi opinión, menos va a sufrir en sí misma (es decir, más allá de lo que nos afecten las crisis de las tiendas y las editoriales). Nadie va a dejar de jugar al rol por el confinamiento o por la crisis económica subsiguiente; me parece que es justo al contrario. Me consta que hay más partidas online que nunca, y puede que algunos de esos que ahora están probando el rol online por primera vez le cojan el gustillo y jueguen con frecuencia a esta modalidad de rol en el futuro, pasados los tiempos de cuarentena. En este sentido, pienso que la crisis del coronavirus puede acelerar una tendencia que venía registrándose desde hace años, y no solo en el mundo de los juegos de rol: la rápida progresión de las modalidades atomizadas, aisladas y domésticas de ocio y consumo. Estamos construyendo un mundo en el que la calle y el cara a cara van siendo sustituidos por una vida de aislamiento en colmenas herméticas repletas de dispositivos domésticos de ocio y consumo que nos alejan cada vez más de los espacios públicos compartidos. El cine en sala sigue boqueando abatido por las plataformas tipo Netflix, que además han logrado que la gente pague por los contenidos en lugar de piratearlos, y todo va un poco en ese sentido; en el caso del rol, más partidas online y menos en mesa, algo que no me gusta un pelo pero que es el sino de los tiempos. Siempre he pensado que el rol online es la metadona del rolero, y para mí la experiencia en mesa le da mil vueltas a la virtual, pero en fin, los tiempos cambian y hay que adaptarse. Eso es mejor que nada. Por fortuna para mí, en cuanto acabe la cuarentena tendré la oportunidad de jugar presencialmente tanto o más que antes, y mis jugadores del Club Dragom me van a pillar con unas ganas locas. Lo mismo ni les mato a los PJ 😀
Lo que sí está claro es que, a nivel de comunidad rolera, vamos a lamentar tanto el cierre de tiendas como la contracción de la actividad de las editoriales, especialmente de las grandes. Estoy pensando en todas esas líneas de rol que se morirán como consecuencia de la más que probable reducción de publicaciones. A esto hay que añadirle que un buen número de juegos y suplementos anunciados a bombo y platillo ya no verán la luz. Muchos de nosotros no solo (ni principalmente) jugamos a La Llamada de Cthulhu, D&D, Aquelarre o Vampiro, por citar cuatro líneas que sobrevivirán pase lo que pase, sino a juegos como Degenesis, por poner un ejemplo que me toca personalmente la patata. Confieso que tengo un miedo cerval a que la crisis del coronavirus termine por rematar la línea del que, a mi juicio, es uno de los mejores juegos jamás publicados en castellano. Tendría guasa: una peste vírica de tintes apocalípticos acabando con un juego ambientado en un futuro postapocalíptico dominado por la Sepsis. Por ahora prefiero no pensarlo demasiado 😢 E igual que me pasa a mí con Degenesis, todos deberíamos temer por el futuro de esas líneas de rol que nunca han llegado a ser superventas pero que nos apasionan y nos han hecho ser como somos. Ni la muerte, ni la fatalidad, ni la ansiedad, pueden producir la insoportable desesperación que resulta de perder la propia identidad (Lovecraft).
En fin, hasta aquí llegan mis reflexiones two-cents. Siento si no han estado mejor estructuradas ni han sido todo lo profundas que el tema merecía, por lo que os vuelvo a animar a dejar algún comentario con vuestro punto de vista.
¡Nos leemos!
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jueves, 9 de abril de 2020
martes, 7 de abril de 2020
Rol online: sistema N.E.U.S.
¡Muy buenas!
Ante todo, desde La Tapadera esperamos que estéis bien y os mandamos mucho ánimo.
Debido a la cuarentena, algunos de nosotros nos hemos lanzado a probar esto del rol online. En principio no nos apasionaba la idea, pero "el mono" era muy fuerte.
Pensé en dirigir algo estructurado: me decidí por las aventuras de El Rastro de Cthulhu. Pero, aunque el concepto del sistema Gumshoe me gusta, no lo he disfrutado cuando lo he dirigido, así que le di un par de vueltas basándome en la mesa redonda que tuvimos después de una partida que jugamos antes de esta pandemia. Una cosa llevó a la otra y al final concreté un sistema propio que es justo lo que necesito para jugar al rol online.
Necesitaba un sistema minimalista que primase la narración colectiva y no supusiera una complicación añadida además de los problemas técnicos que sabía que tendría. Así nace el sistema N.E.U.S., que podéis descargar de forma gratuita aquí. Lo he hecho para mí y para los amigos con los que juego habitualmente. A nosotros nos funciona bien. En palabras de mi compañero Edu: "El sistema otorga lo justo y necesario para que existan unas reglas que vertebren la narración". Espero que os ayude a contar historias entre todos y que lo paséis bien con él.
Por cierto, que en cuanto tuvimos problemas de conexión decidimos apagar las cámaras. El resultado es espectacular: rol radiofónico. Os lo recomiendo encarecidamente. Tras saludar a los amigos y vernos las caras un rato, apagar la cámara permite sumergirse en la aventura con mucha más intensidad y facilidad.
Las herramientas que estamos utilizando son:
Hasta el momento hemos completado la aventura No tan tranquilo, de Adam Gauntlett, aunque le cambié el nombre a Hospital nº 5. Nos ha llevado tres sesiones de unas dos horas y media. Ahora acabo de empezar El secuestro, de Robin D. Laws y Gareth Hanrahan con el grupo de jugadores de la campaña de Mutant Year Zero, que ha quedado temporalmente apartada por exceso de descomposición :P.
A mi entender, en una partida de investigación es fundamental que los jugadores se hagan una imagen mental de los PNJ, parecida a la impresión que tengan sus PJ. Por eso voy añadiendo fotos de los PNJ conocidos a una carpeta compartida en Drive, de modo que los jugadores van teniendo esas fotos a medida que los PNJ van apareciendo en la historia. Esto también me facilita mucho las cosas, y además me divierte mucho buscar las imágenes adecuadas. Os paso las fotos que seleccioné para las dos aventuras. Espero que os sean útiles ;)
Y aquí van "mis dos céntimos": prefiero jugar al rol en mesa, por supuesto, pero jugar online tiene cinco ventajas claras, al menos para mí:
Un saludo y, ahora más que nunca, ¡que el rol no pare!
Ante todo, desde La Tapadera esperamos que estéis bien y os mandamos mucho ánimo.
Debido a la cuarentena, algunos de nosotros nos hemos lanzado a probar esto del rol online. En principio no nos apasionaba la idea, pero "el mono" era muy fuerte.
Pensé en dirigir algo estructurado: me decidí por las aventuras de El Rastro de Cthulhu. Pero, aunque el concepto del sistema Gumshoe me gusta, no lo he disfrutado cuando lo he dirigido, así que le di un par de vueltas basándome en la mesa redonda que tuvimos después de una partida que jugamos antes de esta pandemia. Una cosa llevó a la otra y al final concreté un sistema propio que es justo lo que necesito para jugar al rol online.
Necesitaba un sistema minimalista que primase la narración colectiva y no supusiera una complicación añadida además de los problemas técnicos que sabía que tendría. Así nace el sistema N.E.U.S., que podéis descargar de forma gratuita aquí. Lo he hecho para mí y para los amigos con los que juego habitualmente. A nosotros nos funciona bien. En palabras de mi compañero Edu: "El sistema otorga lo justo y necesario para que existan unas reglas que vertebren la narración". Espero que os ayude a contar historias entre todos y que lo paséis bien con él.
Por cierto, que en cuanto tuvimos problemas de conexión decidimos apagar las cámaras. El resultado es espectacular: rol radiofónico. Os lo recomiendo encarecidamente. Tras saludar a los amigos y vernos las caras un rato, apagar la cámara permite sumergirse en la aventura con mucha más intensidad y facilidad.
Las herramientas que estamos utilizando son:
- Google Drive para compartir fichas de PJ, fotos de PNJ y ayudas.
- Jitsi para la videoconferencia.
- Dadiños! para los dados.
Hasta el momento hemos completado la aventura No tan tranquilo, de Adam Gauntlett, aunque le cambié el nombre a Hospital nº 5. Nos ha llevado tres sesiones de unas dos horas y media. Ahora acabo de empezar El secuestro, de Robin D. Laws y Gareth Hanrahan con el grupo de jugadores de la campaña de Mutant Year Zero, que ha quedado temporalmente apartada por exceso de descomposición :P.
A mi entender, en una partida de investigación es fundamental que los jugadores se hagan una imagen mental de los PNJ, parecida a la impresión que tengan sus PJ. Por eso voy añadiendo fotos de los PNJ conocidos a una carpeta compartida en Drive, de modo que los jugadores van teniendo esas fotos a medida que los PNJ van apareciendo en la historia. Esto también me facilita mucho las cosas, y además me divierte mucho buscar las imágenes adecuadas. Os paso las fotos que seleccioné para las dos aventuras. Espero que os sean útiles ;)
Y aquí van "mis dos céntimos": prefiero jugar al rol en mesa, por supuesto, pero jugar online tiene cinco ventajas claras, al menos para mí:
- He reducido la ingesta de calorías mientras juego a un impresionante 0%.
- Se ahorra tiempo (al no tener que trasladarse).
- Se ahorra dinero (al no tener que imprimir fichas o ayudas).
- El turno de palabra se respeta más.
- La inmersión es mayor (sobre todo con la cámara apagada).
Un saludo y, ahora más que nunca, ¡que el rol no pare!
Mis conocimientos no dan para un logo mejor, pero creo que "da el pego" :) |
Ficha de PJ casi vacía |
PJ de ejemplo |
Edu, Rodri, Phil, Patri y un servidor, haciéndonos los modernos |
Ernesto (Emod), Paco/Fran, Tito y un servidor otra vez. ¡Ojo, que esto engancha! ;) |