Hoy os traigo, por fin, la semilla que ganó el primer premio en nuestro concurso de semillas de aventura de juegos de Other Selves que organizamos a final de año por el segundo aniversario de nuestro blog.
Como algun@s ya sabréis, la semilla ganadora fue Simpatía por el diablo, de Luis F. García "Tadevs", para el juego de rol Máscaras del Imperio. Por ser el primero, Tadevs eligió entre los tres premios cedidos por los amigos de Other Selves y se quedó un estupendo ejemplar de Clásicos del Mazmorreo que esperamos que disfrute y le saque chispas!
He de decir que de las varias semillas que nos envió Tadevs (buen seguidor de las peripecias de nuestro grupo a través de este blog), esta fue la que más nos gustó al jurado (os recuerdo que los tres miembros del mismo leímos y calificamos las semillas por separado), si bien todas obtuvieron altas puntuaciones.
Desde aquí os animo, no sólo a los ganadores del concurso, sino a todos y todas l@s que nos seguís, a seguir creando aventuras, porque es algo que nos enriquece a toda la comunidad rolera, ¿no os parece?
Y ahora sí, ya me callo y os dejo con la semilla de Tadevs, Simpatía por el diablo, que seguro que ya estabais deseando leerla, eh???
SIMPATÍA POR EL DIABLO
Corren rumores entre los principales puertos de Nueva España que hablan de un infame pirata inglés al que llaman Francisco el Draque (Francis Drake). Se cuentan toda clase de historias siniestras sobre él: que el demonio le persigue bajo la forma de un enorme sabueso negro reclamando su alma tras un pacto incumplido, que el fantasma de una vieja dama de Vizcaya llora cada noche esperando a su hija escapada con el pirata para nunca regresar, que disparó una bala de cañón a su esposa cuando ésta intentó casarse con otro hombre, que su difunto hijo se aparece en su mansión de Devon con el cuello roto y cabalgando una montura espectral, que recita hechizos capaces de llamar a las aguas obedeciendo a su voluntad, e incluso que lideró un aquelarre de brujas en el Cabo del Diablo (Plymouth) donde sus cantos gaélicos convocaron a las tormentas para destruir a la Grande y Felicísima Armada de Felipe II. Pero más allá de las leyendas lo último que se sabe a ciencia cierta es que planea atacar Cartagena de Indias. Los PJs Encubiertos han sido contratados en misión secreta por un Grande de España para capturarle o asesinarle antes de que pueda llevar a cabo sus planes. Su contratante, un excéntrico noble gallego conocido como el Conde de la Peña Andrada, les paga la mitad por adelantado y les regala un viejo tambor; incluso se ofrece a prestarles un barco si esto fuera necesario. Les comentará que los espías de la corte afirman conocer qué aguas suele frecuentar este perro inglés. La única condición (y el punto más extraño) que pone a la misión es que cuando intenten derrotar a Drake, toquen ese tambor a repique con un ritmo militar. Cuando los PJs parten tras el corsario y comienzan a darle caza se cruzan con una terrible tormenta que desvía su barco y el de Drake hasta el golfo de México. Durante la persecución entra inesperadamente en escena una flota escoltada por un galeón de guerra con bandera española, un navío capaz de destruir la embarcación de Drake y la de los PJs con desenvoltura. Los cañonazos indican que desgraciadamente para los PJs la flota de Indias no parece reconocerles como compatriotas, momento que aprovecha Drake para proponerles tomar tierra, asaltar juntos la fortaleza de San Juan de Ulúa y ocultarse allí hasta que haya pasado el peligro. Sorprendentemente Drake es un viejo carismático, un lobo de mar socarrón que hace gala de cierto “honor entre ladrones”, un tipo muy diferente al diablo inglés que les habían pintado en la corte. Además, si le ayudan les ofrece tres veces lo que habrían ganado por capturarle. Lo que los PJs Encubiertos no saben es que todas las leyendas que rodean su figura son ciertas, que han sido contratados por el mismísimo Diablo y que el instrumento que llevan consigo es el tambor de la abadía de Buckland, un objeto mágico que con su sonido atrapará el alma de Drake en su interior para que Lucifer pueda llevársela consigo.
Estupenda y dichosa creatividad!!
ResponderEliminar¡Da mucho juego!
ResponderEliminar¡A las armas, Encubiertos! ¡Fantástica misión, vive Dios!
ResponderEliminarMuy buena. Totalmente dentro del espíritu del juego.
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