Alas rotas: última campaña de testeo de Luna Roja en el Club Dragom (consideraciones sobre el proceso, sesión cero y primera partida)

Muy buenas, roleros lunaluneros,

En el Club Dragom hemos empezado el último testeo de Luna Roja, el juego de Luis Montejano que se encuentra en la recta final de su proceso de edición. El manual está más que escrito y revisado, pero seguimos puliendo mecánicas y detallitos porque esto no es un juego Forged in the Dark sin más, sino una iteración que alcanza nuevas cotas de jugabilidad e imbricación con su ambientación respectiva, y por ello exige ser testeado hasta en el más mínimo detalle.

En los últimos meses, Luna Roja se ha convertido en un Forged in the Dark con una personalidad propia, y estoy seguro de que cuando se publique todo el mundo podrá apreciarlo en su justa medida. No es un juego en el que el motor del Blades in the Dark original se haya absorbido sin más; por el contrario, Luna Roja ha tomado de él mucho de lo que necesita, ha modificado y mejorado algunos aspectos que ha considerado convenientes y ha desdeñado sin complejos inercias o tradiciones mecánicas (y hasta ortotipográficas) que no le sirven al 100% para sus propios y exclusivos propósitos. Y al hacerlo, paradójicamente, la obra de Luis Montejano se ha vuelto más universal, más fluida, más accesible y más «ecuménica» que el manual de John Harper. Bastante más. Es mi opinión, claro, pero vaya, que todo esto no son más que palabras: estoy deseando que llegue el momento de que la comunidad rolera en castellano pueda poner sus zarpas sobre Luna Roja y comprobar lo que digo en primera persona. Es un juego que va a dar mucho que hablar, y que, estoy convencido, puede convertirse en la base de inspiración mecánica y hasta formal para la mayor parte de los FitD que se diseñen en España tras su publicación. Por muchas razones, pero sobre todo porque es más divertido que Blades. Ya lo veréis 😉

La cuestión es que todos esos cambios que contiene Luna Roja no se han hecho de la noche a la mañana, como es fácil de imaginar. Ha sido un verdadero currazo, un proceso arduo y concienzudo, en el que han menudeado las charlas por mensajería y los tan temidos audios de WhatsApp 😅, sobre todo entre Luis y yo, pero también con Eduardo Rodríguez y Jorge Carrero. Os recuerdo que Eduardo ha sido el primer revisor y corrector del manual, que Jorge se encarga de todo lo que concierne al arte (ilustración, maquetación y cartografía) y que yo ejerzo de editor. Siempre con Luis en el centro, nuestro grupo de WhatsApp ha estado echando humo diariamente durante muchos meses, con conversaciones muy apasionadas sobre cualesquiera detalles mecánicos y sus muchas implicaciones, en un proceso de construcción constante sustentado sobre la experiencia de decenas y decenas de partidas de testeo.

Ahora empezamos a cerrar ya todo este inmenso capítulo de edición (el de perfeccionamiento y pulido del sistema de juego), con Alas rotas, campaña final de testeo que dirijo en el Club Dragom. De ella espero, si no grandes (ni siquiera medianos) cambios mecánicos, sí al menos perfilar y balancear aspectos secundarios del reglamento, en especial todos aquellos que han sido modificados en los últimos meses y que requieren de nuevas pruebas. Al mismo tiempo, Marta Mozo, la correctora oficial de Walhalla Ediciones, trabaja con ahínco sobre el texto en su última gran revisión para que todo quede perfecto. ¡Hay mucho amor puesto en este manual!

Para esta labor tan importante que es el testeo final, cuento con un grupo de cinco estupendos jugadores, que a su mucha experiencia en las mesas de juego suman una aguda «inteligencia rolera» (vamos, que se las saben todas 😅) y algo para mí bastante valioso a estas alturas, y es que dos de ellos nunca han jugado un Forged in the Dark mientras que otros dos apenas lo habían probado una o dos veces. Porque si de verdad queremos que Luna Roja sea un juego para todos, cosa que en mi opinión Blades in the Dark no logra, ese es un propósito que también exige ser testeado.

Los jugadores, que han decidido formar una banda de Guardianes de la Garra Sangrienta, son:

• Eduardo Díaz «Rinfor», que da vida al luchador Kah, un antu de más de dos metros de altura que se cubre la cabeza con un yelmo confeccionado con el cráneo de un horror de la Corrupción.
• José Manuel Pérez «Furu», que interpreta a Seamus, un charlatán imperial que ha sido el último en incorporarse a la banda.
• Jorge Carrero Roig (director de Walhalla Ediciones), que no se podía perder la campaña de un juego que va a ser su próximo retoño y que está en plena fase de ilustración y diseño artístico. Su PJ es Quiram, un artífice angkor en busca de respuestas que llevar a su tribu caravanera.
• José J. de Cos, que interpreta a una misteriosa caminante imperial de modales aristocráticos y de la que nadie sabe realmente nada, Caitlin.
• Roberto Peña Sánchez, que da vida a la guardiana nativa Aluard, una mujer ya madura, valiente y con mucho carácter, que ha perdido el contacto con su marido y tiene cicatrices de una pérdida aún mayor...
  

Por ahora hemos jugado la sesión cero (que en realidad se ha extendido casi sesión y media) y hemos completado la primera partida, esto es, la primera incursión completa con todas sus fases (que nos ha llevado otra sesión y media). ¡Y ha sido magnífico! Magnífico por muchas razones, sobre todo porque nos lo hemos pasado genial, que eso es lo más importante cuando jugamos al rol, ¡no lo olvidemos! pero magnífico también por lo bien que fluyen las mecánicas y lo mucho que se funden, alimentan y relacionan constantemente con la ficción, en un viaje infinito de ida y vuelta que enriquece la experiencia lúdica como pocas veces se puede atribuir a un reglamento de juego. También ha sido magnífico por las muchas aportaciones de los jugadores, tanto a nivel de sensaciones como de análisis matemático o de coherencias mecánicas. Este grupo de jugadores que tengo es de esos de los que se puede sacar petróleo, y yo lo agradezco muchísimo.

En resumen, Luis Montejano ha creado un juegazo como pocos, en algunos aspectos concretos un juegazo sin parangón (al menos en castellano), y como ya os dije antes, estoy deseando que llegue el día de su publicación para que todo el mundo pueda comprobar que esto no son meras palabras. Hay aquí un gran tesoro rolero entre manos que muy pronto verá la luz. ¡No os lo perdáis!

Os dejo a continuación la habitual ristra de fotos con comentarios profundizando en ciertos elementos de ambientación, mecánica o la propia experiencia de testeo. Espero que os interese.

¡Nos leemos!

Mi panoplia base para dirigir Luna Roja: libretos de PJ (hay ocho opciones), resumen de ambientación, resumen de reglas, hojas de sesión cero, mapa de Rukhia, beta del manual y, por supuesto, cuaderno de campaña.

Reglamento esencial (a la izquierda) + ambientación esencial (a la derecha). No hace falta explicar más que esto para empezar a jugar una campaña de Luna Roja.

Introducir un nuevo juego y una nueva campaña a un grupo de jugadores siempre me resulta la mar de excitante. En el sentido de las agujas del reloj: servidor (de pie), «Furu», «Kos», Jorge Carrero y Eduardo Díaz.

Los mismos jugadores que antes, pero con Roberto Peña (y sin «Furu»)

Dando la chapa

El yelmo de Kah, el PJ que interpreta Eduardo, un antu de piel y pelo blancos... como la nieve de las Fauces Rocosas

Cositas que se ponen en común y se desean en una sesión cero de Luna Roja 😅

Estudio probabilístico hecho sobre la marcha para mejorar la calidad del testeo, cortesía de Eduardo

El libreto o ficha de PJ de la caminante imperial Caitlin (el PJ de «Kos»)

Aquí, preparando maldades para los jugadores, o sea, sacando relojes de progreso (de los cuales los más importantes son los de obstáculo, peligro y Corrupción)

Libreto del charlatán imperial Seamus (PJ de «Furu»)

Libreto del luchador antu Kah (PJ de Eduardo)

Jorge contándonos cómo le acaricia la papada a su sech (su lagarto de monta)

Eduardo usa dados de Tales from the Loop como dados «blancos», y dados de Alien como dados «negros». Aquí, la primera vez que se animó a Abrazar la Corrupción (¡y toma, corrupto ya de entrada! 😂).

Sin duda, invocando a los horrores de la Corrupción (o interpretando a un pastor un poco duro de mollera que trata de excusarse ante los PJ)

JUEGAKEN