Nueva -y accidentada- partida de Magice, Rerum Daemonii est en el Club Dragom, en la que disfrutamos del segundo capítulo de esta clásica campaña de Aquelarre (el más corto de todos, pues nos lo ventilamos en las dos horas y media que echamos de partida). Eso nos deja a las puertas de la tercera de las seis partes en las que se divide la campaña, a la que calculo que le quedan cosa de seis o siete sesiones más. Vamos a muy buen ritmo.
Como digo, la partida fue accidentada... tanto en el mundo de juego como en el real. La pobre Nely sacó una pifia impresionante en "Preparar crema de kale en el microondas" y se abrasó la palma de la mano. Menos mal que tenemos un sagaz dermatólogo en la mesa de juego, que rápidamente nos dijo qué crema había que comprar en la farmacia de guardia para tratar la quemadura. Solo así pudimos continuar la partida, con la mano pocha y todo. Si es que el vicio es el vicio...
También fue una partida accidentada (y divertidísima) en el mundo del juego. Los personajes dieron lo mejor de sí mismos para escapar de ciertas catacumbas malolientes, y para ello tuvieron que enfrentarse a un sinfín de adversidades y cambios de fortuna. El soldado Fuco de O Cebreiro (Carlos) estuvo a puntito de irse para el otro barrio, y todavía me pregunto cómo lo hizo el cómico jorobado Juanín "el Chepa" (Roberto) para salir con vida teniendo porcentajes negativos en varias competencias de Agilidad claves en esta parte de la aventura. Hubo suerte, sin duda, pero también decisiones muy acertadas y rapidez de ideas por parte de todos.
Ya solo nos queda una partida más antes del pequeño parón navideño, que se va a hacer muy largo sin nuestro querido Aquelarre.
¡Nos leemos!
Y dicen que la kale es sana |
Aun con la mano frita, Nely tuvo los arrestos para hacer alguna foto de la partida. ¡Muchas gracias! (y menudo vicio) |
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